Llevan ante Educación la protesta por los recortes en el CEIP San Agustín
Madres de niños con necesidades educativas especiales tienen previsto concentrarse el próximo 5 de febrero en la Delegación de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía en Sevilla para protestar por la falta de profesores de apoyo para sus hijos, alumnos del colegio público San Agustín.
Estas madres tienen ese día cita con la delegada territorial de Educación, Marta Escrivá, y han querido dar difusión a la misma y organizar una concentración “para que se nos escuche”.
En el CEIP San Agustín llevan desde el mes de noviembre reclamando más profesores de refuerzo para los alumnos con necesidades educativas especiales, un total de 54, según las madres de los escolares, que denuncian que, desde ese mes, la atención que reciben sus hijos “va a peor”.
En noviembre se quedaron sin la logopeda que prestaba apoyo escolar a los pequeños con necesidades especiales, “y no han mandado a nadie” para sustituirla. “Nuestros niños siguen sin estar correctamente atendidos”, denuncia Jessica de la Vega, “se han quedado sin clases de apoyo que antes recibían, sin clases individualizadas que ahora les dan colectivas, e incluso ha aumentado el número de niños con problemas”.
Esta falta de profesores de refuerzo impide que los niños con necesidades educativas especiales puedan salir para realizar su aprendizaje con el resto de alumnos, frenando su integración escolar y su avance educativo, según las madres, que califican de “desacertada” la decisión de la Consejería de Educación de dejarles sin este personal de apoyo.
Las madres de alumnos del colegio San Agustín han pedido su apoyo a todos los grupos políticos de la corporación astigitana (PSOE, PP, FuE, Ciudadanos, IU, Vox y Podemos) “y que ese día nos acompañen”. “Os invitamos a tener la valentía suficiente para dejar a un lado la identidad partidista y que os suméis a nosotros”, ha pedido Sofía Ferrero, otra de las madres afectadas, en una intervención ante la corporación, en una audiencia vecinal.
“Estamos hablando de niños muy pequeños, con dificultades de comprensión añadidas”, explica Ferrero, “y es bastante complicado darles una razón de por qué, de la noche a la mañana, se van a quedar sin salir a sus clases de integración, a sus asambleas, a sus clases de música, de educación física, porque tienen que hacerlo acompañados de un profesor”.
“La mayoría de niños, y más los nuestros, se piensan que, cuando les quitan algo, es porque han hecho algo malo, y tenemos que intentar hacerles ver que ellos no tienen la culpa, que no han hecho nada malo, que no es un castigo y que es una cosa de mayores que se llama ‘gestión de recursos’”, denuncia Sofía Ferrero, que afirma que “se han equivocado muchísimo quitándonos a un logopeda, pero el que quiere, puede, y, si quieren, en una semana hay aquí un profesor de refuerzo; nosotras nos vamos a seguir moviendo todo lo que podamos y más”, concluye.