diciembre 7, 2024
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La policía rescata a un águila perdida en la barriada Colonda

Agentes de la policía local con la colaboración de un cetrero han rescatado a un águila perdida en la barriada Colonda, de Écija, en las proximidades del cuartel de la Guardia Civil. El ave llevaba varios días en la zona y se encontraba casi sin fuerzas, según los vecinos.

El animal, un águila de Harris, volaba perdida desde hace varios días por el entorno del cuartel, “posiblemente desorientada”, según el relato de un vecino, José Manuel González, que apunta que el ave “apareció hace tres días por la barriada Colonda”.

“Pensábamos que iba a ser un animal de cetreros, pero viendo que pasaban los días y seguía por aquí me llamó la atención”, afirma este vecino, que se fijó en que el ave “tenía movimientos cada vez más torpes, y eso me hizo pensar que estaba perdida”.

González se puso en contacto con personas de una asociación animalista, que le remitieron al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, “donde no me dieron solución, y opté por llamar a la Policía Municipal”.

Los agentes se presentaron “en cinco minutos”, según González, “contactaron con un policía nacional aficionado a la cetrería, que se presentó allí con sus medios”. El agente consiguió apresar al animal en una hora y media, aproximadamente, y bajarlo del árbol en que se había refugiado.

El ave “no volaba, estaba sin fuerzas, seguramente deshidratada, no se podía valer por sí misma”, señala González, que asegura que “se veía que no era salvaje, está anillada, y conforme fueron pasando los días se pegó a una casa y no paraba de piar, mientras que un animal salvaje no deja ni que te acerques”, opina.

Cuando ya el águila estaba en poder de los agentes, que la llevaron a las dependencias policiales, apareció “a los cinco minutos un hombre muy preocupado por el animal, que resultó ser el dueño”, al que los vecinos remitieron al cuartel de la policía.

El águila de Harris (Parabuteo unicinctus) es una rapaz de mediano tamaño, originaria del continente americano. Al contrario de las creencias generales acerca del carácter solitario de las rapaces, este animal supone un ejemplo de sociabilidad, viviendo en grupos familiares, cazando en grupo e incluso compartiendo la cría de sus polluelos.

De tamaño mediano – la capturada en Colonda tiene unos 50 centímetros de longitud de la cabeza a la cola, según José Manuel González – y una envergadura alar de 1,2 metros, es de color pardo oscuro con marrón rojizo en la parte superior e inferior de las alas y patas, con una característica franja blanca al final de la cola.

FOTO: JMG