Y el séptimo día lució el sol
Sábado Santo de luz y sin sobresaltos a causa de la lluvia. Incluso de temperaturas agradables que invitaron a que la gente arropara a la cofradía del Santo Entierro en su estación de penitencia, bendecida por el buen tiempo en su recorrido.
El Escuadrón de Caballería de la Hermandad de la Paz de Sevilla – que participó en el Santo Entierro Magno, celebrado en 1999 – ha acompañado el cortejo fúnebre desde la iglesia de El Carmen, añadiendo un plus de espectacularidad a la jornada.
Junto a los jinetes que abrían la marcha, la tradicional decuria romana, y una representación del resto de hermandades – entre otras, San Juan y La Mortaja, dos de las que se han quedado sin salir este año – acompañaban al Santo Entierro.
Entre los momentos para el recuerdo, quedan la salida de la Quinta Angustia, que el gentío que abarrotaba El Carmen aplaudió aún antes de que los costaleros la completaran, y el paso de la Virgen de la Soledad por delante del palacio de Benamejí, a los sones de ‘La Madrugá’, de Abel Moreno.
