mayo 15, 2024
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Sociedad

La hermana Valeriana busca fondos para una clínica para menores desahuciados

Valeriana García, la religiosa ecijana que colgó los hábitos para dedicarse a cuidar a menores con malformaciones genéticas que habían sido abandonados por sus familias, construye en Bogotá (Colombia) una clínica para ayudar a niños y niñas desahuciados.

La antigua monja filipense llegó a Colombia en 1970. En 1990,  tras trabajar en diversos proyectos sociales, fundó los Hogares Luz y Vida, un refugio para niños abandonados y con discapacidad visual, que se ha ido ampliando hasta acoger en la actualidad a 230 menores con discapacidad, abandonados o víctimas de violencia, y que reciben alojamiento, atención médica, nutrición, servicios terapéuticos y pedagógicos, psicosocial y religiosos.

Ahora, la hermana Valeriana sueña con construir una clínica para ayudar a niños y niñas desahuciados y rechazados por los hospitales. “Muchas veces, cuando los llevamos a un hospital, los médicos o las enfermeras nos dicen ‘Para qué lo traen, si igual se va a morir’. Y
es cierto, todos nos vamos a morir”, sentencia la hermana Valeriana, “pero mientras estamos aquí hay que darles calidad de vida, entonces estamos haciendo ese proyecto”.

Valeriana García pasa parte del mes de agosto visitando a su familia ecijana, que colaboran con ella en la financiación de sus iniciativas en Bogotá, en San Cristóbal Sur, donde vive y trabaja. Sus familiares venden lotería navideña, el método con el que la religiosa empezó a financiar sus ideas solidarias, que se han ido completando con donaciones de particulares, empresas y administraciones.

“Esa plata ya se invirtió”, dice Valeriana con claro acento sudamericano, apuntando que la clínica lleva un año en construcción, “porque se está haciendo a base de donaciones, y eso no es fácil; y tras la pandemia y la crisis en todos los países, cuesta más trabajo. Pero, de todos modos, hay países como España a través de Écija, Noruega, Estados Unidos y Colombia, que ayudan de una forma u otra”, reconoce.

El presupuesto de la clínica es de 7.000 millones de pesos colombianos (algo menos de 1,6 millones de euros). “Ya tenemos el 60% y la campaña que estamos haciendo es para dar a conocer el proyecto y tratar de recaudar lo que falta, que pueden ser unos 700.000 euros”, calcula Valeriana García.

“Seguimos buscando porque el hogar tiene que seguir funcionando, los niños y niñas tienen que seguir viviendo”, enfatiza la religiosa, que asegura seguir sintiéndose filipense y que dice que “simplemente hago lo que debo de hacer, lo que debe de hacer toda persona. Todos tenemos obligación de ayudar a nuestros hermanos, seamos de aquí o de allí. Somos el mundo entero”.

La clínica que construye Valeriana García se llamará Vale Rosita, un nombre que funde los de las dos hijas de la ecijana. Nelcy Valeriana, abandonada dos veces por ser invidente y que ahora da clases de braille en los Hogares Luz y Vida; y Rosita, cuadripléjica, e igualmente abandonada por su familia, que llegó al Hogar con mes y medio de vida y que hoy, con 31 años, estudia medicina.

La hermana Valeriana confía recibir donaciones de Écija para su proyecto. Y quiere que la primera cama que se instale sea ‘la cama del pueblo’. “Espero que el pueblo de Écija se una a esta labor, y que en la gran piedra con los nombres de las personas y entidades donantes que vamos a poner en la clínica, esté el de Écija”.

 

Número de cuenta de de Hogares Luz y Vida para donaciones: ES39 0182 2402 650200027645