LOS DOMINGOS, MÁS HERMOSA
Noche viva de Dios, cómo puedes. Las parroquias de la vieja Astigi respiran la niebla de tu agonía de estampida, entre bóvedas de acorde bullicioso en la tragedia de tu sacrílego espacio. ¿Por qué los siglos te hacen tan joven? Plata indecisa y cera lacrimógena de tu desmayado trono en la entrega desnuda y cándida de la infancia. Madre: son tantos y tantos y tantos los tramos del hombre que soy al niño que fui, que a ti no voy, para no huir de mí.
Los siglos te hacen más joven,
los domingos más hermosa,
entregando generosa
el Amor, para que troven
un corazón que corcoven.
Hoy estrenamos tantas dudas
entre el silencio y los judas
para este Señor Cautivo.
El momento decisivo
para que al reino, nos subas
Fotografía: Nío Gómez
Texto: Javier Fernández Franco