DESCALZO
Descálzate, porque te adentras en terreno sacro alrededor de esta clavellina de leño carbonizado que marcha ante los crucificados de este mundo, ante el dolor de los inocentes, ante las vidas arrebatadas sin ningún sentido. Descálzate ante el prodigio muerto suspendido entre los guardabrisas del sol de Écija encarcelado. Colgadura enjoyada de sangre negra aterciopelada con andar jadeante ante el dolor de la madre, que siempre es una esperanzada columna sin azotes. Lorquianamente avanzas del huerto al coso: Cristo que pasas, de lirio de Judea a clavel de España. Descálzate.
A portagayola, enfrente,
sin miedo alguno a la muerte,
aceptando así la suerte
tan yente como viniente.
Con los ¡vivas! del ambiente
templando, al natural.
Media verónica en cal
para que el paso zarande.
A hombros por la puerta grande
sin puntilla vence al mal.
FOTO: Nio Gómez
TEXTO: Javier Fernández Franco