Defecamos mal
Un estudio afirma que defecamos mal. Una actividad tan íntima, que realizamos a diario, no sabemos hacerla. Nos han enseñado desde pequeños a sentarnos en la taza del váter y hemos dado por hecho que, puesto que la Naturaleza es sabia, sabíamos cómo hacer de vientre.
Pues resulta que no. Que estábamos en un error. Que hemos vivido engañados. Que llevamos siglos cagando de forma equivocada. Que, según estudios científicos, sentarse en el retrete para hacer nuestras necesidades fisiológicas no es bueno para el esfínter. Tiene que ver con el ángulo y la posición que adoptamos, no me pidan que entre en detalles…
Enterarme de que, en la ‘era del abrefácil’, no sabemos sentarnos en el inodoro, me ha llevado a preguntarme qué otras cosas llevamos tiempo haciendo mal. Si llevamos siglos cagándola (valga la expresión) en otros ámbitos y eso puede explicar los discos de Pitingo, las ventas de Melendi y que haya gente que se compra pantallas curvas para acabar viendo el debate entre Pedro Sánchez y Rajoy.
Piénselo, señora. Si no sabemos siquiera la postura más saludable para ir al baño ¿cómo vamos a estar seguros de que sabemos, por ejemplo, elegir a nuestros concejales, alcaldes y diputados? ¿Erramos tanto al ir a evacuar como al depositar el voto en la urna? ¿Elegimos mal a los políticos a los que seguimos votando a pesar de ponerlos a parir en las encuestas?
Ay, qué sinvivir
Manuel Rodríguez