abril 19, 2024
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Documentada la tumba del último alcalde republicano de Écija

Los trabajos de reexhumación de los restos de víctimas de la represión franquista en Écija han ‘encontrado’ la tumba de Juan Tamariz-Martel y Arcos, el último alcalde republicano de la ciudad. El descubrimiento está en el marco de una investigación que se lleva a cabo en el cementerio ecijano, sufragada por el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática a través de la asociación CREA.

La sepultura se encontraba en estado de abandono y la lápida cubierta de hongos. Juan Tamariz-Martel fue fusilado entre el 10 y el 13 de agosto de 1936. Tenía 46 años y estaba soltero y sin hijos, por lo que las investigadoras al frente del proyecto de identificación de las víctimas de la represión sostienen que no tenía familiares que cuidaran de su tumba.

“También puede ser causa de la represión posterior, que hiciera que se haya intentando olvidar que esa persona estaba ahí enterrada”, opina Carmen Romero, arqueóloga responsable del proyecto de reexhumación del panteón en que están depositados los restos de víctimas del franquismo.

La tumba se encuentra en la zona de San José, “justo en la entrada del cementerio”, explica Ángeles Jiménez Aguilera, integrante del equipo que lleva a cabo la investigación. Los datos del enterramiento constaban en el registro del cementerio “escritos en una hoja de libreta”, y con un detalle mayor que el de otros represaliados.

“Eso indica que personas que tenían una posición un poquito más alta tuvieron la oportunidad de enterrar a sus familiares en una zona con una tumba individual”, apunta Jiménez Aguilera. El último alcalde republicano de Écija era miembro de Izquierda Republicana (IA) y era propietario, según diversas fuentes.

En los libros de asiento del cementerio están inscritas muchas personas que tenían una posición social (médicos, maestros…) y un nivel adquisitivo que les permitía una tumba individual o de segunda clase. Otras víctimas fueron depositadas en tumbas de tercera y cuarta, “tumbas comunes donde se enterraba a varias personas a la vez”, detalla Carmen Romero.

El cadáver de Tamariz-Martel “fue expuesto al escarnio durante unos días y luego trasladado al cementerio”, explica la arqueóloga. Una vez asesinado, los militares sublevados juzgaron y condenaron al alcalde republicano por masón.

“En Écija se había hecho una investigación documental, la que estaban elaborando Carmen y Ángeles Jiménez Aguilera, pero ahora es cuando estamos procesando esa información y esa investigación y estamos viendo verdaderamente los frutos, contrastando toda la documentación y búsqueda en archivos con el trabajo de campo” para “poner en pie como se fueron sucediendo los diferentes hechos”.

Desde el comienzo de la reexhumación se ha individualizado a más de cien individuos cuyos restos estaban en el panteón del camposanto astigitano y al menos seis de ellos presentan pruebas evidentes de haber sido víctimas de la represión, “a través de lesiones presentes en los cráneos”.