abril 19, 2024
El tiempo
Sociedad

L@s Papafrita niega responsabilidad en la sanción al Club Piragüismo

El club ecijano de piragüismo L@s Papafrita ha rechazado tener responsabilidad alguna en la sanción de más de 7.700 euros impuesta al Club Piragüismo Écija por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y niega, igualmente, haber pretendido perjudicar a este club, sino solamente “practicar deporte en paz”.

En un comunicado, el club de palistas ecijanos – nacido de una escisión del Club Piragüismo Écija hace doce años – reconoce que la sanción impuesta parte de una queja suya por la existencia de cuerdas que cruzaban el Genil “a la altura del cuello” y que suponían un peligro para sus actividades en el río.

Afirman en su comunicado L@s Papafrita que hablaron en persona con dirigentes del Club Piragüismo Écija “para trasladarle nuestro malestar y para rogarle que retirasen las cuerdas. La respuesta fue que ya decidirían si las retiraban o no”, lo que indica que existió voluntad de diálogo por parte de L@s Papafrita.

“Transcurridos 11 días y tras comprobar que las cuerdas permanecían instaladas, es cuando se decide interponer la denuncia, en la que consta que el único deseo del Club Ecijano de Piragüismo «L@s Papafrita» es que se retiren las cuerdas por el peligro que representan para los piragüistas”, relatan.

Aseguran también L@s Papafrita que el presidente del Club Piragüismo Écija amenazó a “un compañero que años atrás había ostentado el cargo de presidente de la junta directiva de nuestro club” con “lo que a nuestro entender es una campaña de desprestigio en nuestra contra”. Reconocen L@s Papafrita que sus relaciones con el Club de Piragüismo Écija “nunca han sido fáciles” pero que “no es ni nunca ha sido nuestro deseo embarcarnos en una guerra contra el Club de Piragüismo Écija, pero de ningún modo vamos a consentir que con falsedades se nos calumnie2.

“No vacilaremos a la hora de tomar medidas contra quienes nos injurien, o contra aquellos que pretendan coartar nuestro derecho de asociación”, afirman y aseguran que, antes de tramitar la denuncia que ha derivado en la sanción de la CHG “existió una petición de que se retirasen [las cuerdas], que cayó en saco roto” y una mediación del Seprona que tampoco tuvo éxito.