Zoido y la condena a Del Nido
El alcalde de Sevilla y presidente del PP en Andalucía Juan Ignacio Zoido, comentando la sentencia del Tribunal Supremo que condena a siete años de prisión a José María del Nido Benavente, manifestó que “no es una buena noticia ni para el club ni para la ciudad”.
Desconozco si el Sr. Zoido ha leído la sentencia pero, al menos, imagino que cierto conocimiento debe tener sobre los hechos que han motivado la condena. La denominación del proceso como “caso Minutas” revela el mecanismo fraudulento usado por los ahora condenados para lucrarse a costa del Ayuntamiento de Marbella: facturar honorarios por servicios de defensa y asesoramiento jurídicos excesivos o inexistentes hasta apropiarse de 2,86 millones de euros.
Lo que sí puedo asegurar es que Zoido conoce que José María del Nido no ostenta ningún cargo público, no ha sido elegido para ningún puesto de representación política, ni se ha presentado a ningún procedimiento de elección democrática. Su cargo como Presidente del Sevilla FC va aparejado a la propiedad de la mayoría de las acciones de la sociedad deportiva propietaria del club. Acciones que pudo adquirir gracias a la fortuna amasada con sus ingresos profesionales, parte de los cuales el Tribunal Supremo considera provenientes del expolio a que él y otros condenados sometieron al Ayuntamiento de Marbella.
El alcalde de Sevilla (al margen de sus simpatías sevillistas) y por muy importante que sea el futbol en la ciudad, no debiera hacer este tipo de declaraciones de tinte populista que, en el fondo, solo tratan de ocultar una verdad incuestionada: los dirigentes de los principales equipos del futbol sevillano están, uno penalmente condenado en firme y otro imputado y privado, por decisión judicial, de la administración de sus acciones. Y en ambos casos, por el uso fraudulento de fondos ajenos.
El alcalde de Sevilla, juez de profesión (y un magnifico magistrado en mi opinión) debería mostrar su satisfacción porque los tribunales de justicia, después de muchos años, hayan cumplido con la función que, constitucionalmente, les está reservada: hacer cumplir la ley.
El Tribunal Supremo ha condenado a unos señores que han cometido una serie de delitos y punto. Y el alcalde de Sevilla y los socios y aficionados del Sevilla FC deberían sentirse satisfechos de ello porque, por encima de ser alcalde, socios o aficionados, prima su condición de ciudadanos a los que les importa que los fondos públicos no acaben en manos privadas en perjuicio del interés general.
La condena a Del Nido solo le afecta a él. Ni la ciudad de Sevilla ni el Sevilla FC han sido juzgados ni condenados; ni su historia comprometida por las felonías de una panda de delincuentes que solo buscaron su lucro personal en perjuicio de los muchos vecinos de Marbella que esperaban que su Ayuntamiento velara por su bienestar, arreglara sus calles, les prestara servicios de calidad…
El Tribunal Supremo ni por asomo ha vinculado las acciones delictivas por las que condena a los acusados ni con la ciudad ni con el club; el alcalde de Sevilla, con sus declaraciones sí. Él sabrá por qué; y los vecinos de Sevilla deberían pedirle explicaciones.
Miguel Aguilar
Abogado