abril 26, 2024
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Sociedad

Un banco devuelve 20.000 euros a una afectada por las preferentes

Un banco denunciado por el ‘caso de las preferentes’ ha devuelto a una anciana de Écija 20.000 euros que esta le reclamaba por sentirse “estafada” por la entidad. La entidad admitió su culpa y devolvió el dinero tras recibir una demanda judicial de la mujer, de 82 años.

Según Fernando Osuna, abogado de la mujer, el banco “reconoce su responsabilidad y devuelve el depósito bancario al haber sido demandando en el juzgado de Écija”. “Ni siquiera ha tenido que tramitarse el procedimiento, al recibir la entidad bancaria la demanda nos ha llamado a los abogados, ha admitido la conducta irregular en contra de mi defendida y le ha devuelto la cifra que depositó”, relata Osuna.

El dinero devuelto son “todos los ahorros de esta mujer”, según su letrado, que asegura que “hay más casos con demandas judiciales análogas” y que en todos “se ha producido una clara vulneración de la Ley General Para la Defensa de Consumidores y Usuarios”.

Osuna afirma que su cliente no deseaba arriesgar el dinero del que disponía, “pues su interés era mantener sus ahorros, buscando algo de rentabilidad, pero sin arriesgar el capital”. Sin embargo, recibió el ofrecimiento “por parte del director de la sucursal”, de un producto que era “una especie de depósito” que se caracterizaba por ser un producto mejor que los que tenían hasta entonces contratado, recomendándoles que lo suscribieran puesto que, en palabras del director, “también estaba totalmente garantizado y le ofrecería algo más de rentabilidad que el depósito a plazo fijo que tenía”, asegurándole además que podría rescatar el dinero en cualquier momento, según relata el abogado.

El perfil de las personas presuntamente estafadas con participaciones preferentes es el de personas ahorradoras y conservadoras, sin apenas estudios primarios ni conocimientos en el sector bancario o financiero. “Carecen de conocimientos y experiencia en materia de inversión, y desconocen los productos de inversión y sus riesgos, además de que no entendían, ni entienden ahora, los conceptos técnicos de los que habla el documento suscrito”, explica Fernando Osuna, una falta de información que “da lugar a la nulidad del contrato, debiendo ser devueltas  las cantidades depositadas, más los intereses”, sostiene el abogado.