Encuentro técnico para evaluar los puntos principales de FlubioGenil

Técnicos de la Fundación Biodiversidad han visitado los lugares donde está previsto intervenir a través del Proyecto Flubiogenil. Han conocido los meandros del Genil, la llamada Isla de los Soldados o el azud bajo el puente romano, es decir, los lugares en los que se actuará tanto del tramo urbano, como en el curso del río aguas arriba de Écija, con el fin de mitigar el riesgo de inundación y mejorar el ecosistema fluvial.
La Fundación Biodiversidad gestiona FlubioGenil, un plan para transformar los efectos negativos de las inundaciones en oportunidades de restauración y gestión de ecosistemas fluviales y recarga de acuíferos en la cuenca baja del Genil, que supone una inversión de 4.827.222 de euros, sufragados a través de los Fondos Next Generation de la UE, que aportará cerca de 3,8 millones, mientras que el Ayuntamiento de Écija aportará algo más de un millón de euros.
Miguel Gil, técnico de la empresa que redacta el proyecto, señala que en la actualidad están “trabajando para diseñar todos los pliegos de condiciones para que las empresas de obras e ingeniería puedan realizar las obras y ejecuten cada una de las acciones, con el objetivo de que el río vuelva a abrazar a la ciudad sin que esto suponga un incremento del riesgo en materia de inundación”.
“Este es el proyecto más ambicioso de España”, enfatiza Gil, que subraya la complejidad de las actuaciones de FlubioGenil y el problema “de los plazos de ejecución, que a ver cómo solventamos”. En este sentido, Gil apunta que preparan un escenario en que la financiación se ponga en riesgo, con la idea de “no renunciar a ninguna de las actuaciones, diseñándolas de manera que las últimas sean las menos gravosas económicamente hablando y menos complejas, de manera que, si alguna se queda fuera de plazo, sea la que más fácilmente se pueda retomar desde el Ayuntamiento o buscando financiación por otras vías”.
De las siete actuaciones de FlubioGenil, las más complejas son la recuperación del azud, construir un canal que derive agua y conecte al meandro de San Francisco e instalar una serie de compuertas para que en una crecida la ciudad quede a salvo. “El río ha ido erosionando tanto el lecho de la corta que ha bajado mucho su nivel”, explica el técnico, que añade que las compuertas en el Genil buscarán también “que el río siga discurriendo por la corta actual y por el ramal anterior, para que la vegetación no invada el cauce e impida desaguar”.