Mª Valle Pardal invita a la esperanza en su pregón
Mª Valle Pardal ha dejado un sincero pregón de la Semana Santa de Écija con el que ha invitado a la esperanza. En prosa poética, la pregonera ha dejado sobre el escenario del Teatro Municipal momentos muy destacados para su hermandad, la de Santiago, y para El Silencio.
Comenzaba el pregón de la Semana Santa de 2023 con la pregunta de una niña a su abuelo sobre el significado de los clavos de Cristo. A lo largo de su exhortación, Pardal ha querido ser altavoz de las vivencias y voces de muchas personas que le han trasladado su experiencia cofrade.
La suya, claro, también ha estado muy presente. “Soy nieta, hija, hermana, tía, sobrina y amiga de cofrades”, reivindicó la pregonera, “una pequeña sucursal del Santísimo Cristo de la Expiración. Otro como él ni se vio, ni se ve ni se verá pase lo que pase”, dijo al hablar del Martes Santo, que “tiene una simbología especial para mí”.
Esa simbología de su hermandad de los Estudiantes la tuvo muy presente Pardal en el escenario del que rodeó su pregón, y en los tulipanes blancos que tenía cerca, flor que decora el paso de la Virgen de los Dolores de Santiago.
Otra flor, la rosa blanca, también decoraba el escenario, aludiendo a la Virgen de la Amargura, la Dolorosa de la hermandad del Silencio, cofradía que “no se sale a ver, se sale a oír”, dijo la pregonera, que contó cómo una flor blanca de la Amargura cayó en su mano tras una ‘levantá’ en una Madrugá.
“La Semana Santa tiene todo el sentido que ustedes le quieran dar. No sobra nada”, dijo la pregonera, que se descalzó ante el atril cuando le tocó hablar del Confalón y que remató su pregón “de aprendiz”, afirmó, con la emocionada enumeración de numerosos cofrades que ya no están.
