El CEIP Pedro Garfias se rebela contra la pérdida de plazas para el próximo curso

La comunidad escolar del CEIP Pedro Garfias reclama una bajada de ratios en las aulas para no perder el próximo curso escolar una de las dos líneas de educación infantil hasta tres años que tiene el colegio en la actualidad.
Profesores y AMPA del Pedro Garfias argumentan que el descenso de la natalidad debe traducirse en una mejora de la calidad educativa. “Ahora que tenemos un descenso de la natalidad importante, creemos que desde la escuela pública es imprescindible que las ratios bajen para poder atender al alumnado con una mejor metodología y una atención individualizada”, propone la directora del colegio, Toñi Martín.
Actualmente, el centro tiene 25 alumnos por clase en educación infantil, el límite máximo permitido. Sin embargo, Martín subraya que la presencia de estudiantes con necesidades educativas especiales (NEAE) complica la labor docente. “Aunque estamos dentro de la ratio aceptable, en cada aula hay entre 4 y 6 niños con NEAE, lo que implica un esfuerzo adicional no compensado con el personal disponible”.
Para el próximo curso, el colegio perderá una línea de escolarización en infantil de 3 años, reduciendo su oferta educativa. “Hemos salido con una línea nada más de tres años, y aunque aún faltan los listados de admitidos, sabemos que esa unidad se completará y no tendremos espacio para matrículas extemporáneas o traslados”, advierte la directora.
Además, el centro carece de suficientes profesionales para atender a los entre 37 y 45 alumnos con NEAE, que dependen de una profesora de audición y lenguaje compartida con el IES Nicolás Copérnico y una PTIs (Pedagoga Terapéutica de Integración Social). “Estos niños se integran en las aulas, pero necesitamos más personal para atenderlos adecuadamente”, insiste Martín.
Jasone Vega, presidenta del AMPA, respalda las demandas del colegio, denunciando la saturación del sistema. “Las clases están al límite, con 25 alumnos, muchos de ellos con necesidades no diagnosticadas por la falta de personal. Las listas de espera para evaluaciones son de casi dos años”, afirma.
Vega critica que la solución pase por recortar líneas en lugar de reducir ratios. “Necesitamos clases de 15-17 alumnos para garantizar una educación digna. Los docentes están sobrecargados, y la calidad educativa está bajando”, advierte la representante de los padres y madres del centro, que urge a las administraciones a actuar antes del próximo curso, reclamando más plazas y recursos para atender la diversidad en las aulas. “No pedimos otra cosa”, concluye Vega.