POR SIEMPRE CORONADA
Haces que el último suspiro de Amor se eternice entre tus labios, rodeada de los doce remos de plata olivarera de ese palio de sueño, iluminada por un río de luces y más luces y más luces delanteras. Dolor de siete días. Siete días de dolor. La tarde del último azul, la noche del primer celeste perdida, con la azucena y el prendido fulgor de candelería tiritando.
María es la primavera y, cada año, pasea esta ciudad racheando, con el alma de madre.
Ni los más altos pinceles
supieron pintar tu gloria.
Ni pudieron con la historia
de tus verdosos laureles,
ni el Genil, en sus vergeles,
se asemejó a tu belleza.
Coronada con nobleza
en lo alto del Altozano
todo el pueblo ecijano
se entregó ante tu pureza.
Fotografía: Nío Gómez
Texto: Javier Fernández Franco