VIDA
Hoy es Domingo de Ramos
Hoy estrenamos la vida en el primer día de año pero no podremos columbrar la verticalidad de las cruces sobre los calvarios de floresta visitando los rincones de la nostalgia, que no volverán para herirnos, por las rendijas del minutero. Ese punzante clavo que, sin piedad, marca la rutina monótona y circular del tiempo que se volatiza. Melancolía intemporal.
Cruz trinitaria sobre el pecho; cosida con palmas, a un olivo. Cruz trepando entre yedras de herbazal cetrino. Cruz que expira para el que no termina de morir nunca. Cruz sobredorada para la salud del alma. Cruz enjoyada para el que nos brinda su entrega: trono de clavel de leño carbonizado. Madero arbóreo fijado por estacas a la preciosísima sangre para nosotros derramada. Cruz abrazada, cruz acariciada, cruz de silente acogida. Cruces blancas entre penitentes sin cartonera. Cruz mercedaria elevada, exaltando en la mirada del pescador el inicio de la historia. Cruz huérfana bamboleándose como un expandido lienzo del que pende la divisa que signa el triunfo. Y la cruz al hombro del que camina pisando fuerte. Pues cargar con la cruz es tomar la vida y la fe en serio.
Sobre un humilde pollino
todo el pueblo te aclamó.
Después cambió tu destino
y el más amargo camino
el mismo pueblo te dio.
Fotografía: Nío Gómez. Textos: Javier Fernández Franco
