La Junta da por concluido el desvío del arroyo Argamasilla
La Consejería de Medio Ambiente ha confirmado el fin de la obra de encauzamiento del arroyo Argamasilla, que busca proteger a Écija frente a las avenidas de este afluente del río Genil, que ha causado varias inundaciones en la ciudad en los últimos años, las últimas en el año 2013.
Aunque aún quedan “algunos flecos en materia de seguridad”, según el alcalde, David García Ostos (PSOE), las obras “están prácticamente finalizadas” y el agua del arroyo discurre ya por su nuevo cauce. “Una vez hechas las pruebas finales para ver que el encauzamiento está en prefectas condiciones, podemos decir que el trabajo que tenían que hacer las administraciones públicas está hecho”, afirma García Ostos, para quien la terminación de la obra marca “un punto y aparte en la relación del Argamasilla con Écija”.
“Si viene una avenida de agua estamos ya protegidos”, enfatiza el alcalde ecijano. En similares términos, el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, sostiene que la obra servirá para que “cuando se produzcan precipitaciones importantes no suponga una amenaza para la seguridad de la ciudad”.
El nuevo cauce bordea el casco urbano de la ciudad a lo largo de más de tres kilómetros con un tramo de 1.255 bajo un túnel de un diámetro de 7,5 metros “por el que se cruzan perfectamente dos camiones”, según Francisco López, director de la obra, que ha ejecutado la unión temporal de empresas (UTE) Ferrovial Agromán y Gea 21.
La infraestructura tiene una capacidad de desagüe de 278,6 metros cúbicos de agua por segundo. La obra ha contado con un presupuesto de 34,65 millones de euros, financiados en parte con fondos europeos de cohesión. Al nuevo cauce vierten aguas no solamente el arroyo Argamasilla, de casi 20 kilómetros cuadrados, sino también el arroyo del Físico (5,29 kilómetros cuadrados), el arroyo Cabrera (2,21 kilómetros cuadrados) y los más pequeños San Cristóbal, Cementerio y Barrero. Todos esos cauces se derivan al río Genil a la altura del Puente de Hierro.
