AUSENCIA
Estrenas todas las ausencias en este sábado lúgubre, melancólico y sereno de Dios. Dios pudo, quiso, luego te hizo con esa mirada baja, de retiro, nostalgia y vacío, que calla a la calle. ¿Quién es la Soledad? La madre de Dios según Écija, porque, todas las demás, son sólo advocaciones. Y, templada la noche de terciopelos sombríos, con el nudo de luto subido a las corbatas, oscilamos de Jesús a María para pasar a María por Jesús.
Así, es muy fácil enamorarse, Señora.
Tu cara, no es una cara,
por imposible de bella:
Gioconda divinizada.
Fotografía: Nío Gómez
Texto: Javier Fernández Franco