abril 20, 2024
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Un ecijano atrapado por el coronavirus en un puerto de África

A Adrián Martínez Osuna, un ecijano de 33 años, la pandemia del coronavirus Covid-19 le ha pillado en Namibia. Para ser más exactos, la crisis sanitaria le pilló navegando, embarcado como observador científico en un pesquero que ahora está atracado en el puerto africano de Walvis Bay.

De ese puerto namibio no pueden salir Adrián ni ninguno de sus compañeros. Pero este ecijano lleva confinado prácticamente desde el mes de noviembre, cuando embarcó para pasar unos cinco meses recogiendo los datos de capturas del pesquero de la empresa gallega para la que trabaja.

“Embarqué en Namibia el mes de noviembre y a mitad de marzo volvíamos a puerto pero, debido a los problemas con el coronavirus, no me dejaron bajar a tierra”, explica Martínez Osuna, que, además de registrar peso y cantidad de la pesca del navío lleva a cabo una campaña de experimentación del uso de pinguers, aparatos que evitan la depredación de cetáceos.

Ahora, el oceanógrafo ecijano se encuentra en otro barco, esperando en Walvis Bay. Al no dejarles pisar tierra, transbordó a otro navío que llegó al puerto africano el pasado Domingo de Ramos, después de otras dos semanas de navegación.

Allí, sin salir del puerto, debe pasar en principio este ecijano otras dos semanas confinado. “El levantamiento de la cuarentena estaba previsto para este jueves, pero, al igual que Sudáfrica, las autoridades namibias han decidido alargarla una semana más, por las conexiones de aviones que viajan desde Sudáfrica a Europa”, explica.

El puerto de Walvis Bay está repleto de barcos, todos aguardando, según Martínez Osuna, que se plantea dos posibles soluciones: “o volver al mar si abren el puerto las autoridades o que me dejen salir del puerto y quedarme en un hotel las dos semanas más de confinamiento hasta poder coger un avión para volver a España”.

Sea cual sea la salida de Namibia, depende del gobierno de este país africano y de la embajada española en el mismo. “El capitán del barco está por soltar la pesca capturada, coger provisiones y volver a faenar”, señala Adrián, cuyo trabajo a bordo realmente ha terminado y que solamente espera que le permitan salir del puerto para abandonar un confinamiento en el que lleva desde el pasado mes de noviembre.