Amén

Madre inmaculada, madre amable, madre del buen consejo, madre del creador, madre admirable, madre del salvador, virgen prudentísima, motivo de toda alabanza, virgen digna de veneración, virgen plena de bonanza…
La Cruz está ya vacía para convertirse nuevamente en cruz de guía, en cruz abierta al mundo. Una alta cruz de carey con un lienzo blanco a la deriva, bamboleándose en un zigzagueante vaivén que ondea sobre la tarde ya muy oscura del alma y que el viento, con un leve susurro, mece, esparce y desordena. Lienzo blanco en esta hora serena.
Venid varones piadosos
les dijo la Virgen pura;
vamos a dar sepultura
a este cadáver glorioso.