abril 25, 2024
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Vuelve a su piso la mujer que ocupó una vivienda vacía

Ana Belén, la mujer 40 años, madre de dos hijas menores de edad, que había ocupado una vivienda vacía ante el anuncio de su desahucio, ha abandonado la casa ocupada y regresado a su piso para negociar con el Ayuntamiento de Écija un alquiler social y una ayuda de emergencia social.

Aconsejada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Écija, esta vecina ha decidido volver a su domicilio, en la barriada de La Salud, que debe abandonar antes del 16 de diciembre por la orden de desahucio que pesa sobre ella. La PAH ha abierto una negociación con el Ayuntamiento ecijano para solucionar el problema de esta mujer.

La oferta municipal de facilitar a Ana Belén una vivienda en alquiler de un propietario privado por 170 euros y una ayuda de 500 cada seis meses no satisface ni a la afectada, que la rechaza, ni a la PAH, que quiere que el Ayuntamiento le dé una solución habitacional, que piensa negociar desde ahora y antes del desahucio de la mujer.

“Hemos buscado lo mejor para Ana Belén y sus hijas, y lo mejor es negociar dentro de la legalidad, algo que no podíamos hacer con las tres ocupando una vivienda que ya tiene propietario”, señala Lola Carmona, portavoz de la PAH de Écija, que explica que la afectada “habría perdido sus puntos en el registro de demandantes de vivienda y toda posibilidad de acceso a una ayuda económica” si no hubiera abandonado la ocupación de una vivienda vacía.

Para la PAH de Écija, la solución pasa por que el Ayuntamiento facilite a Ana Belén y a sus dos hijas, dos menores de 14 y 15 años de edad, una de las viviendas que tanto el consistorio como la Junta de Andalucía tienen en Écija “sin ocupar, vacías”, según Carmona.

Esta vecina de Écija, inscrita desde hace diez años en el registro de demandantes de vivienda de la ciudad, ocupó el pasado miércoles una casa que llevaba quince años vacía aunque adjudicada a otra familia, según el Ayuntamiento.

Ana Belén tiene un tumor cerebral, necesita medicación para la epilepsia y debe ser operada de una pierna. Recibe una paga de 455 euros, “que se me va a quedar en la mitad dentro de poco”, dice, y de la que debe pagarse parte de la medicación que necesita para controlar su enfermedad.