Una madre con dos menores a su cargo ocupa una vivienda vacía
Una mujer de 40 años, con dos hijas, de 14 y 15 años de edad, ha ocupado una casa vacía desde hace quince años al recibir una orden de desahucio de su vivienda habitual y tras llevar diez años, asegura, inscrita en el registro municipal de vivienda.
Ana Belén, esta vecina, tiene un tumor cerebral, necesita medicación para la epilepsia y debe ser operada de una pierna. Recibe una paga de 455 euros, “que se me va a quedar en la mitad dentro de poco”, dice, y de la que debe pagarse parte de la medicación que necesita para controlar su enfermedad.
Esta mujer se ha convertido en ‘okupa’ desde que recibió la notificación del desahucio por impago de su vivienda. El lanzamiento debía ejecutarse en diciembre. “Me puse en contacto con los servicios sociales al recibir la carta de desahucio y me dijeron que me iban a conseguir un alquiler, pero que ahora no podían ayudarme”, cuenta.
“Han estado dos meses dándome largas en servicios sociales”, se queja, “y después de llevar diez años registrada como demandante de vivienda tengo 277 puntos”. La persona que ocupa el primer puesto en ese registro municipal tiene más de 300. Ana Belén protesta por el hecho de que ese registro de demandantes de vivienda no puntúe la situación de desahucio ni por enfermedad, “solamente por tener a mis hijas a mi cargo”. Por la custodia de las dos niñas no recibe ningún dinero.
Del abandono en que se encuentra la vivienda que ha ocupado dan fe los seis sacos de basura que ha llenado “con animales muertos, con excrementos, con suciedad y basuras, y lo que queda por limpiar”. Apenas tiene en el salón un colchón sucio abandonado por un okupa anterior de esa vivienda “que, curiosamente, no fue denunciado hasta que algunos se quejaron de que se dejaba la puerta de la casa abierta”.
A Ana Belén sí la han denunciado por ocupar la vivienda vacía, aunque no queda claro quién ha sido, ya que los vecinos la están ayudando. El Ayuntamiento de Écija le ha ofrecido un alquiler en una vivienda privada, por la que pagaría 170 euros y la posibilidad de acceder a una ayuda de 500 euros cada seis meses. La vecina ‘okupa’ rechaza esa salida.
“No tengo ni para subsistir ¿cómo voy a pagar una vivienda, luz y agua y dos menores a mi cargo?”. Ana Belén se ofrece a pagar la casa ocupada a partir de ahora, pagando un alquiler social. Compra alimentos en el economato de Caritas y pide “una vivienda con un precio que pueda pagar, adaptada a mis condiciones”.
Asegura esta vecina que “hay un montón de viviendas vacía como para que yo me tenga que ir a la calle con mis hijas”. Según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Écija, en la ciudad hay una decena de viviendas propiedad de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA, la antigua EPSA) de la que solamente hay dos ocupadas. El resto están vacías. La ocupada por Ana Belén es una de estas últimas.
El Gobierno local (PSOE) asegura llevar “desde el minuto cero” tratando de solucionar este problema, concretado en la ayuda de emergencia y el alquiler en una vivienda privada. Según la concejala de Servicios Sociales, Yolanda Díez, Ana Belén “tiene puntos para acceder a una vivienda social, pero hay personas con más puntuación que ella”, por lo que tendrá que abandonar la vivienda ocupada.
Díez reconoce que “el registro de demandantes de vivienda no da posibilidad de poder solucionar su problema” y que “habrá que modificar los criterios de adjudicación de viviendas” porque el registro “nunca se ha tocado, se debía pero nunca se ha hecho”, afirma.
“La solución no es que alguien pegue una patada en la puerta y ocupe una vivienda”, opina la concejala del PSOE, que reconoce que es necesario también revisar el parque de viviendas públicas y actuar sobre aquellas en las que “no hay un uso adecuado”, como es el caso de las viviendas vacías, además de que la AVRA actualice sus registros “y las que tenga en Écija las ponga a nuestra disposición”.
Ana Belén lo tiene más claro. “Me amenazan con el juez, que venga el juez y yo le explico mi situación”, propone. “Llevo muchos años esperando tener una vivienda; ¿cómo accedo a una? Así, dando una patada en la puerta. Esta es la única solución que tengo”, concluye.