El asesino de Petra Moreno dice que la mató “en un arrebato”
Antonio L.G. ha asegurado que asesinó a su mujer, Petra Moreno, tras una discusión por una presunta infidelidad de ella. El imputado afirmó que golpeó a la víctima con un hacha pequeña que utilizaban para cortar la carne. “Fue un arrebato, la quería más que a nada en el mundo”, aseveró.
No obstante, un hijo de Petra Moreno, ha asegurado que, en el momento en que ocurrieron los hechos, se encontraba durmiendo en una habitación del inmueble y que no escuchó “ninguna pelea o discusión “que le alertara de lo que estaba sucediendo.
Fuentes del caso han informado de que, en la segunda sesión del juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, han prestado declaración los tres hijos de la pareja, que están personados como acusación particular y que piden 25 años de cárcel para su padre, Antonio L.G., así como dos hermanas de la víctima y varios policías locales de Écija.
Las mismas fuentes consultadas han indicado que, en su declaración, el único de los tres hijos de la pareja que se encontraba en la vivienda en el momento del crimen, ocurrido sobre las 7.00 horas del día 18 de marzo de 2013, ha dicho que estaba durmiendo y que no escuchó, no obstante, “ninguna pelea o discusión”.
Hay que recordar que, en su declaración, el acusado dijo que antes de matar a hachazos a su mujer se produjo una discusión “muy fuerte” y “a gritos” por una supuesta “infidelidad” de su esposa que le estaba haciendo “mucho daño”, no obstante lo cual el hijo de la pareja, que llegó a ser detenido por la Policía en un primer momento, ha asegurado que no escuchó nada.
Los otros dos hijos de la pareja han relatado que, en el momento del crimen, no se encontraban en casa porque habían salido a trabajar, aunque han coincidido en calificar al acusado como una persona “muy conflictiva” y a la víctima como “una buena madre y esposa”.
En la segunda sesión del juicio han declarado también varios agentes de la Policía Local de Écija que localizaron en los alrededores de la vivienda, concretamente apoyado en un coche, al marido de la víctima, y que también localizaron el arma homicida, el hacha, en el interior de una alcantarilla.
El imputado, para quien la Fiscalía pide 18 años de cárcel por un delito de asesinato, se declaró “culpable” y comenzó diciendo que “no recuerda muy bien las cosas” porque había tomado “muchos psicotrópicos”.