abril 23, 2024
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Aprenda estrena un refugio de cinco estrellas para perros

La protectora de animales de Écija, Aprenda, estrena nuevo refugio. La asociación se ha mudado desde sus antiguas instalaciones cerca de la pedanía de Villanueva del Rey a un cortijo alquilado en la carretera A-364, entre Écija y Marchena, que ha adecentado para sus perros recogidos.

El nuevo refugio de Aprenda está más lejos de Écija que el anterior, que se encontraba en un terreno a nueve kilómetros del casco urbano. Pero es un detalle que no importa a los voluntarios de la protectora, que opinan que su nuevo hogar para perros abandonados es “un sueño cumplido”.

El refugio es “un hotel de cinco estrellas”, en opinión de los voluntarios de Aprenda, que han construido los cheniles (más de cincuenta) para los perros, han cegado los sumideros de la antigua granja de cerdos y limpiado de hierbas los solares abandonados que han convertido en zonas de paseo y de juego para sus perros.

“Faltan muchos detalles todavía, querríamos tener un aula didáctica para que puedan venir niños de los colegios de Écija a visitarnos, hay espacio para construir una gatera”, proyecta Victoria Rodríguez, presidenta de Aprenda, “pero quizá todo eso se haga más adelante”.

Rodríguez asegura que el actual refugio no tiene nada que ver con el anterior. “En aquel llovía y era dantesco, para echarse a llorar, nuestros perros se quedaban metidos en el fango y teníamos que poner palés urgentemente para que separarlos del agua”, rememora.

“En aquel sitio no podíamos estar”, resume la presidenta de Aprenda, que relata las “condiciones lamentables” en que se encontraban los animales recogidos, sufriendo continuos cortes de agua corriente cuando se retrasaban en un alquiler “inasumible”, según Victoria Rodríguez, algo que “nada tiene que ver con lo de ahora”, asegura.

“Aquí los perros pueden estar en sus cheniles si llueve, porque son jaulas espaciosas, con una parte cubierta y otra al aire libre; tienen un gran patio para tomar el sol, catorce zonas de recreo a las que salen cada día y pasan el tiempo jugando mientras nosotros limpiamos los cheniles…”.

También tiene el nuevo refugio de Aprenda cuatro jaulas aparte para perras recién paridas y para sus cachorros, una sala para perros que llegan al refugio y tienen que pasar una cuarentena veterinaria para no contagiar a los demás. Todo decorado, construido y levantado con el esfuerzo de los alrededor de quince voluntarios de la protectora, “que han trabajado todos, día y noche”, dice su presidenta.

Aprenda ha tirado de rifas, ventas y donaciones para costear la construcción de su sueño. También ha contado con la colaboración de la protectora francesa Lévriers Sans Frontiéres, que ha colaborado económicamente, con camas, mantas y pienso para los animales, y que también ha adoptado a galgos recogidos por Aprenda.

“Aquí se trata de proteger a los perros, no de hacinarlos, hay unas normas y espacio para unos 150 animales, 160 si sumamos a los que pasan la cuarentena”, dice Victoria Rodríguez, “y si no hay sitio, hay que esperar”. Los perros “conviven en armonía, nuestro trabajo es mantenerlos, cuidarlos y darlos en adopción”, apunta Javier Carmona, voluntario de Aprenda que asegura que todos “hemos disfrutado construyendo este sueño, porque sabemos que no todos nuestros perros consiguen ser adoptados y, por eso, teníamos que tener el mejor refugio, para que estuvieran cuidados lo mejor posible”.