“Esto que hoy nos alarma ocurría en Nueva York hace 60 años”
El artesano ecijano Miguel Ángel Balmaseda defiende su obra en los balcones del edificio construido en la calle Cronista Martín Jiménez. Para el autor, su diseño bebe de las vanguardias artísticas de los años 40 y 50 del pasado siglo.
En concreto, el autor se ha inspirado en el neoplasticismo de Piet Mondrian, “con la clara intención de no entrar en competencia con las posibles vistas de la torre de la iglesia de Santiago”, a las que suma referencias a artistas de la Escuela de Nueva York, de la década de 1940 y del expresionismo abstracto. “Me apoyo en el trabajo de San Francis”, cita, “y en las obras de Clifford Still y en los campos de color de Barnett Newman”.
Balmaseda explica que ha intentado realizar sus pinturas “bajo un respaldo histórico, con el objetivo de que la evolución en la estética de nuestra piel no sea de modo fortuito ni casual”. El diseño con que ha decorado los balcones que tanto han llamado la atención de algunos vecinos “se encuentra dentro de movimientos aprobados y yo diría casi olvidados por otras sociedades más vanguardistas”.
“Solo recordar que esto que hoy en Écija nos alarma ocurría en Nueva York entre 1940 y 1950”, dice Balmaseda, que asegura que antes de llevar a cabo el diseño tuvo en cuenta “tanto el edificio en cuestión como su emplazamiento, antecedentes, edificios colindantes, etc.”.
El autor insiste en que la fachada que ha levantado suspicacias, corresponde a las traseras del bloque de apartamentos con vistas a la calle Cronista Martín Jiménez, “entiendo que fuera del casco histórico, pues se encuentra extramuros, y en el arrabal de la iglesia de Santiago”, y libre, por tanto, de las reservas arquitectónicas de los entornos monumentales.
Hay precedentes. Además, Balmaseda cita al menos dos construcciones anteriores de arquitectura contemporánea en la misma calle, “y ambos en su día recibieron el beneplácito de las autoridades correspondientes”. “Sin entrar a juzgar absolutamente nada sobre los anteriores expedientes, pero sí aprovechando las existencias de ellos, sólo puedo concluir que los balcones son totalmente aceptables”, concluye.