enero 19, 2025
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Cañada Rosal

Abuelas de Cañada Rosal recuperan la tradición de los farolillos de melón

Se acerca el mes de noviembre y los escaparates de tiendas y centros comerciales se llenan de terroríficas calabazas, brujas, fantasmas y muertos vivientes. El fenómeno Halloween, importado de Estados Unidos se impone. Los niños y niñas se disfrazan y se divierten cual carnaval temático con disfraces terroríficos. Se sale a las calles y se piden golosinas con el famoso ‘¿truco o trato?’.

Pero mucho antes que en EEUU, en pueblos europeos se celebraba (y se celebra) la fiesta de Todos los Santos y Difuntos con peculiaridades propias. El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) ha recopilado en el Atlas de Patrimonio Inmaterial de Andalucía multitud de rituales festivos, entre ellos, los farolillos de melón, una tradición de Cañada Rosal.

Hasta los años 60 del pasado siglo, en Cañada Rosal durante el mes de noviembre las personas mayores hacían para los niños y niñas farolillos con meloncillos del huerto, es decir, con aquellos frutos tardíos que eran desechados para la venta o el consumo humano y que eran destinados a la alimentación de los animales.

“El Patrimonio cultural es el sustento de identidad para las personas y sus comunidades porque explica lo que somos culturalmente y por qué hemos llegado a ser así”, dice Rosa Mª León, presidenta de la asociación cultural ‘Las Crujientes’, de Cañada Rosal, que opina que “es de vital importancia conocer nuestra propia historia y recuperar tradiciones ancestrales que estaban fuertemente arraigadas en la cultura popular y que han caído en el olvido”.

En Cañada Rosal, con motivo de la festividad de Todos los Santos y Difuntos, los abuelos y abuelas realizaban faroles para los nietos con esos meloncillos. La costumbre mandaba que esos faroles debían colgarse encendidos en el dintel de la puerta, para ahuyentar a los espíritus que vagaban libres durante esa noche.

En Cañada Rosal existe esa tradición y la asociación cultural ‘Las Crujientes’ ha organizado dentro del Programa “Compartiendo experiencias generacionales frente a la soledad no deseada” de la Fundación Gerón, un taller de elaboración de Farolillos de Melón en la Residencia de Mayores San Joaquín y Santa Ana de Cañada Rosal.

“Esta experiencia promueve el desarrollo y la participación social de un colectivo que atesora conocimientos y vivencias que sustentan nuestro patrimonio cultural”, sostiene León, “y su transmisión a las generaciones futuras es la mejor defensa ante propuestas culturalmente ajenas”.

Los farolillos se elaborarán el 30 de octubre y el día 31 las abuelas tendrán la oportunidad de hacer un intercambio cultural generacional con alumnado del CEIP Andalucía, en el que los mayores mostrarán cómo celebraban ellos en su infancia esta fiesta, frente al Halloween actual.