julio 27, 2024
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Sociedad

La médica investigada por la muerte de Manuela defiende ante el juez su actuación

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Écija ha acogido este jueves la comparecencia de la médica del hospital de la ciudad investigada por la querella promovida por una pareja a cuenta de la muerte de su hija de tres años víctima de un “shock hemorrágico” días después de ser operada de vegetaciones en el citado centro hospitalario.

El abogado Fernando Osuna, que representa a la citada pareja, ha informado de que la médica ha defendido su actuación, negando el presunto delito de homicidio por imprudencia grave derivada de negligencia profesional que le atribuyen los padres de la niña fallecida, pues las incidencias surgidas habrían sido imprevisibles según su versión del asunto.

El abogado ha añadido que ante la declaración de la profesional, la Fiscalía ha pedido que testifiquen otros tres médicos del hospital, así como que sea elaborado un informe forense; mientras la acusación particular que ejercen los padres espera analizar el contenido de su comparecencia a la búsqueda de posibles “contradicciones”, así como cotejar el mismo con especialistas en medicina.

En la querella presentada por la representación legal de la familia de la niña, ejercida por Fernando Osuna, se reclama que los hechos sean considerados como “delito de homicidio por imprudencia profesional grave”, penado con hasta cuatro años de cárcel, solicitando la “inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo” para la profesional investigada, por la supuesta “inobservancia de las normas de cautela” en una actuación “absolutamente culposa, provocando un retraso en el diagnóstico que hubiera sido determinante para salvar la vida” de la pequeña.

La niña, según la querella, fue intervenida el 19 de septiembre de 2022 en el hospital de Écija para eliminar una hipertrofia de amígdala y adenoide que sufría y que le provocaba dificultad respiratoria nasal y ronquidos nocturnos, una operación que, según asegura el abogado Fernando Osuna, fue realizada “sin una analítica previa de sangre”

La menor, según indica el letrado, fue dada de alta horas después de la intervención “sin la correspondiente revisión por parte del responsable de la intervención quirúrgica”. Al día siguiente de la operación, según el relato de la familia, los padres llevaron a la menor al área de Urgencias del hospital porque “no se encontraba en buen estado y no podía tomar los antibióticos vía oral”, ante lo cual los facultativos le recetaron paracetamol en supositorios.

Según su versión, los padres llevaron de nuevo a la menor a las Urgencias del hospital el día 23 “porque no hablaba, tenía fiebre, palidez y no tragaba” y ya la madrugada del 24 la llevaron “inconsciente” al hospital “con parada cardiorrespiratoria, tras haber sufrido una grave hemorragia en su domicilio”, siendo diagnosticada de un “shock postoperatorio hipovolémico”.

“A pesar de la gravedad de la situación, la menor no fue trasladada al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla hasta tres horas después”, indica el letrado, exponiendo que la menor finalmente falleció. La autopsia, emitida por el Virgen del Rocío el 31 de octubre de 2022, apuntó una encefalopatía hipóxico-isquémico (muerte encefálica), con “alteraciones concomitantes: shock hemorrágico”.