LUCTUOSO
Foto: Nio Gómez.
Texto: Javier Fernández Franco.
Mantillas escoltando al que elevan en la verticalidad de la noche, sin piedad. Al fondo zozobra un punzante y agudo soniquete de muñidor. Incisiva obertura de eléctricos metales maltratados. ¿Quién sostiene hoy la fe servida en vasija de barro? En un peñón solitario queda elevado el deshabitado y árido madero. Por el camino viene el Ser supremo; aunque sé que me ama, algo le temo.
Encorvada su figura,
inhiesta, recta enseñanza,
ilustrísima esperanza
camino a la sepultura
de la amplia amarga dulzura.
Limpia y extirpa con la túnica
-en esa mirada muy única-
la sangre en los adoquines.
Aproxima los confines
con fortaleza neptúnica.