abril 24, 2024
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Política

La barriada de Pinichi sufre cortes de agua por el mal estado de la red

Vecinos y vecinas de la barriada San Francisco de Écija denuncian que sufren desde el pasado mes de septiembre cortes de suministro de agua potable por culpa del mal estado de la red. El vecindario se ve obligado a pagar las averías y roturas de las conducciones, algo que, en muchos casos, no pueden asumir por no tener medios.

Los vecinos han registrado sendas peticiones por escrito a los grupos políticos y al alcalde de Écija, David García Ostos, informándoles de “la grave situación en que se encuentra la instalación de agua, con fugas, roturas, etc.”. De este problema se ha hecho eco el Partido Socialista Ecijano Independiente (PSEI), sin representación municipal, que ha pedido al alcalde “que atienda a los vecinos, que se siente con ellos, él que tiene la responsabilidad”.

La red de agua potable en la barriada San Francisco de Écija – conocida popularmente como Pinichi – tiene cerca de 60 años de antigüedad, ya que la barriada se levantó en 1964, y presenta muchos problemas. “Muchas fugas de las que se producen nos dejan sin agua en nuestras casas”, dicen los vecinos, “y eso ha ocurrido en pleno verano, además del daño que sufren algunas viviendas cuando se rompe una tubería de las que pasa por dentro de las casas”.

Los vecinos registraron su petición de reunión con el alcalde el pasado 26 de septiembre. Algunos llevan desde entonces sin agua potable, aseguran, y reiteran que el coste de la reparación de las averías tiene un coste medio de mil euros, un gasto que pocos pueden asumir en la barriada de Pinichi, donde más del 90% de los inquilinos son pensionistas o jubilados.

“Hay gente que no puede pagar el arreglo y no tienen agua, y llevan así desde septiembre”, dice Manuel Castilla, presidente del PSEI, que reclama al alcalde que acepte una reunión urgente con los vecinos y le dé una solución al problema.

Por su parte, Teodoro Cortés, vecino la barriada, asegura que “prácticamente todos estamos de acuerdo aquí en que el arreglo del contador de agua de cada uno a la calle corre a cargo de cada vecino; pero ¿el arreglo en la calle?”, pregunta, y pide que de ese coste se haga cargo “la empresa del agua, que gana buenos dineros, o el Ayuntamiento, que tiene un 10% de la empresa”.

La barriada de Pinichi tiene 148 casas, construidas a mediados de los años 60 del pasado siglo. La mayoría de vecinos son pensionistas, “familias que no podemos pagar ningún gasto extra”, y que piden que el arreglo de las tuberías sea integral y la solución definitiva. “No pedimos que a quien se le rompe se le arregle, sino que se sanee de manera definitiva”, concluyen.