Kutxabank apuesta por desarrollar la fallida urbanización Once Torres
La entidad bancaria Kutxabank se ha comprometido a desarrollar los terrenos en que hace cinco años deberían haber estado terminadas las más de 300 viviendas de la fallida urbanización Once Torres, que han terminado siendo adquiridos por este banco.
Lo ha avanzado el representante de Kutxabank tras el acto de la firma de esta entidad con el Ayuntamiento para la participación del banco en la financiación de la línea que suministrará electricidad al futuro hospital de Écija, al polígono de La Fuensanta y al UPR-4, que es la denominación que la frustrada urbanización tiene en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Écija.
Tras la firma del acuerdo, José Luis Nicolau, representante de Kutxabank, ha asegurado que el acuerdo con el Ayuntamiento de Écija para pagar el 17,75% del coste de la línea eléctrica (algo más de 387.200 euros de los casi 2,2 totales) supone una “apuesta” por acortar plazos en el desarrollo de estos terrenos y una implicación directa por el desarrollo del sector.
“Es complicado hablar de plazos”, señala Nicolau, “pero el convenio, el aval entregado y los fondos suponen un compromiso del grupo para el desarrollo de este sector, no sé si a través del grupo o de la venta a terceros”, matiza.
Para el representante de Kutxabank, no disponer de energía eléctrica en el sector era “una traba importante para el desarrollo”, y cree que “en un plazo breve se puede acelerar el proceso de desarrollo” de los terrenos del frustrado Residencial Once Torres, paralizado tras la quiebra de la promotora y en manos ahora de este banco.
Unos 60 vecinos de Écija se vieron afectados por la paralización de las obras, y perdieron parte del dinero invertido, algunas alrededor de 40.000 euros, según sus propios cálculos. En noviembre de 2010 – siete meses después de la fecha prevista de terminación de la urbanización -, el bufete de abogados Osuna inició acciones legales por el retraso en la entrega de las viviendas, al incumplir la promotora Puente Onuba los contratos de compraventa firmados con los compradores de las viviendas, algunas de las cuales ni siquiera están empezadas.