El PP cambia el Reglamento de Honores para que valga con mayoría simple
El Gobierno local (PP) ha anunciado una modificación en su Reglamento de Honores que permitirá aprobar con mayoría simple la concesión de los títulos de Hijo Adoptivo y de Hijo Predilecto, un honor para el que antes era necesaria una mayoría de dos tercios de la corporación y, por tanto, un mayor consenso.
Así, el PP modifica el artículo 5 del Reglamento de Honores y con él el procedimiento de concesión de estos títulos que deberán ser aprobados por el Pleno de la Corporación Municipal con mayoría simple – once concejales – en lugar de por los dos tercios del pleno – catorce concejales -, previa tramitación de un expediente que acredite los méritos del candidato.
La alcaldesa de Écija, Silvia Heredia (PP), asegura que esta rebaja del número de votos necesarios para otorgar honores municipales es fruto de “un análisis” por parte del Gobierno local. “Se ha hecho un estudio y vemos que es más favorable para la ciudad de Écija tener esa contemplación en el reglamento”.
“Se ha tomado esa postura por parte del gobierno municipal, es por una mejora y sobre todo por unificar criterios con otras comunidades y con otros ayuntamientos y que lo hemos visto de esa manera y creemos que no debe de haber ningún tipo de problema”, afirma Heredia, que no aclara cuál es la mejora.
Para el PSOE, en la oposición, se trata de un cambio “de espaldas a todo el mundo” de una norma para elegir “durante muchísimos años y con consenso” a Hijos Adoptivo o Predilectos de Écija. El PP cambia la mayoría cualificada de 2/3 a una mayoría simple “precisamente porque no cuenta con el consenso necesario para llegar a esos 2/3 ante algún nombramiento que está tramitando desde hace algún tiempo y con el que lo ha intentado prácticamente todo”, acusa el portavoz municipal socialista, Sergio Gómez.
El cambio obedece, según el PSOE, a “satisfacer las prebendas y los compromisos de la alcaldesa”, que convierte los Honores Municipales “en un instrumento partidista” en lugar de “representar el sentir mayoritario y preferiblemente unánime de la ciudad”. “Heredia crea división donde debería de haber unión”, acusa Gómez, “porque cuando la norma le impide hacer lo que ella quiere, fabrica la norma para que le permita hacerlo”.
“El respeto institucional se demuestra cuidando lo que es de todos, no imponiendo lo que solo una parte quiere, como reflejo de un acuerdo colectivo, no de un interés partidista. Si una propuesta no cuenta con el respaldo necesario, el camino no es rebajar la exigencia, sino trabajar para construir el consenso”, concluye Gómez.






