Una obra privada saca a la luz restos de la muralla medieval de Écija

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla, adscrita a la Consejería de Cultura, ha tomado recientemente conocimiento del hallazgo de restos de una cimentación del antemuro de la muralla medieval de Écija, en las obras promovidas en una vivienda de la calle Ancha, dentro del conjunto histórico de la localidad.
Según el acuerdo adoptado el pasado 4 de diciembre y recogido por Europa Press, se trata de una vivienda unifamiliar que data del siglo XVIII-XIX, de estilo barroco popular, con estructura de muros de carga y cubierta inclinada con terminación de teja árabe, “que tiene como elementos de interés la fachada, la cubierta de teja y la primera crujía”.
En el catálogo del plan especial de protección del conjunto histórico de Écija, según el acuerdo aprobado, el inmueble en cuestión figura con un nivel E de catalogación, es decir protección parcial, que incluye a “aquellos inmuebles y elementos de especial valor arquitectónico, típico, pintoresco o ambiental, que si bien no alcanzan el valor singular que contienen los clasificados en los niveles de protección superiores, por sus características arquitectónicas originales o su significación en la historia de la ciudad deben ser protegidos”.
La ficha del inmueble especifica que el edificio goza de un “buen estado de conservación” y que en el mismo “sólo se permiten obras de conservación y mantenimiento y obras de consolidación”, si bien se precisa que “la licencia de obras quedaría condicionada al acceso de los técnicos municipales para determinar el grado de protección”. En todo caso, se recomienda “actuar por rehabilitación y no considera autorizable la apertura de un garaje”.
El acuerdo de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico señala además que en esta edificación ha sido localizado “parte del sistema defensivo” medieval, en alusión a la muralla almohade, protegida por decreto estatal de 22 de abril de 1949 y que posee la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC).
En ese sentido, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla ha acordado “autorizar la demolición de la primera crujía de la edificación, tomando conocimiento del colapso del muro de la fachada comunicado al Ayuntamiento por la dirección facultativa de la obra el 22 de julio, e instar a su reconstrucción en los términos recogidos en dicho reformado” de proyecto de actuación.
Además, y en especial, la Comisión acuerda “tomar conocimiento del hallazgo de los restos de una cimentación del antemuro del sistema defensivo medieval y considerar adecuada la propuesta de conservación de los citados restos mediante su cubrición con geotextil y áridos, así como las actuaciones contempladas en el reformado número dos del proyecto, de septiembre de 2024”.
Se trata, en concreto, de “cambiar la ubicación de la piscina”, aceptando además la comisión “las propuestas realizadas por la arqueóloga directora de la intervención arqueológica y la dirección facultativa de la obra, presentadas conjuntamente el pasado 5 de noviembre”.
“Estas medidas deberán ser debidamente documentadas y recogidas en la memoria de la actividad arqueológica autorizada, sobre la que, es su momento, recaerá la correspondiente resolución”, precisa la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.